Por: Johan Pérez | @JohanPerez88
Ante el avance indiscriminado que ha tenido la pandemia del Covid-19 en el Estado Nueva Esparta, muchas instituciones públicas y privadas han cerrado sus puertas parcial o totalmente para no verse afectadas.
Esto se debe a que, por un lado están acatando las medidas de cuarentena dictadas por el gobierno nacional y por otro para salvaguardar la integridad de sus trabajadores.
En ese marco, varias personas se han visto afectadas económicamente y han tratado de emprender diversas actividades que le permitan mantenerse hasta que finalice el brote de coronavirus. Todo esto se desarrolla en un estado que, en décadas anteriores a la explotación del turismo, tenía como principal actividad económica el área agropecuaria, y en vista de que el turismo se ha visto golpeada desde hace unos años para acá, comienzan a surgir nuevas iniciativas en esta área, que había sido abandonada y que hoy se está retomando progresivamente.
Muestra de ello es el caso del señor Frank Urbáez; quien siendo trabajador en el área educativa, se ha dedicado en este tiempo de cuarentena con otras personas, que habitan entre zonas aledañas al Urbanismo La Auyama y la Avenida 4 de Mayo, a la actividad del pastoreo, sacando provecho del tiempo de lluvia para llevar a sus animales a pastar en los terrenos mencionados.
“Desde que nací estoy haciendo este trabajo del pastoreo y anteriormente mi esposa tenía ganado en San Fernando de Apure, incluso hubo un tiempo que llegue a tener 300 chivos y vendíamos carne en el mercado” indicó Urbáez.
“El espacio en el cual pastoreo pertenece a la misma familia y actualmente tengo tres vacas, dos yeguas, un caballo y algunos borregos.
La situación de la pandemia me ha llevado a hacer este trabajo, pues anteriormente cumplía horario trabajando en educación, sin embargo esta tarea que estoy realizando actualmente me hace sentir como un muchacho a pesar de tener una edad ya avanzada” destacó el señor Frank con tono de satisfacción.
Esto quizá se deba, a que personas como nuestro interlocutor, se habían enfrascado en la rutina del mercado laboral y no habían puesto en práctica sus conocimientos y habilidades en áreas como el pastoreo.
Además Urbáez nos comenta que aspira poco a poco ir aumentando la cantidad de ganado ya que desde niño tiene animales, pero no tenía la expectativa de aumentar la producción pero considera que importante hacerlo.
Al referirnos a su actividad como ganadería; Frank nos objeto indicándonos que la ganadería es una actividad a la cual uno se dedica en su totalidad y por ello él prefiere llamarle pastoreo porque es un oficio que él hace en sus tiempos libres.
Más adelante, nos relató un joven, que casualmente también se llama Frank, lo siguiente: “Tenemos diez meses cuidando chivos y ovejos antes teníamos bastantes animales pero se nos había acabado y ahora retomamos este trabajo al cual le hemos dedicado bastante tiempo, ya que la situación de la pandemia nos ha llevado a hacer esta actividad y los gastos de vitaminas purgantes que mayormente lo demandan las preñadas y los ovejos; eso los costeamos nosotros”.
“Tenemos tres vacas que se encuentran con el reproductor para reproducir hasta el momento solo nos dedicamos a la reproducción y alimentación del rebaño y más adelante nos dedicaremos a la venta del ganado ya sea en pie o por cortes” prosiguió.
Además de ello, Daniel un joven con solo 13 años de edad, hacia compañía y ayudaba en su jornada a Frank, quien ya tenía dominio de la actividad ya que sus padres y abuelos le habían enseñado a cuidar los rebaños.