En territorio sirio las víctimas mortales suman cinco mil 840, pero esos datos no son definitivos, afirnan las autoridades.
Redacción: Enfoques | @_Enfoques_
Las naves llegaron procedentes de Emiratos Árabes Unidos (58 aviones), Irak (11), Libia (11) aviones, Irán (10) aviones, Argelia (siete), Omán (cinco), Bielorrusia (cinco), Túnez (cuatro), Kazajstán (cuatro).
En tanto, Rusia, China, Egipto, Jordania, Armenia, Chechenia, Arabia Saudita, Pakistán, India, Bangladesh, Venezuela, Sudán, Libia, Trípoli y Japón también enviaron ayuda, así como la UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, informó el Director de la Corporación de Aviación Civil, Bassem Mansour.
En el mismo contexto, el Centro de Coordinación Ruso en Siria ofreció alimentos a residentes en la ciudad de Zabadani, en Damasco, a donde emigró un gran número de familias desde sus gobernaciones siniestradas.
Naciones Unidas: 143 camiones de ayuda atraviesan dos cruces habilitados
Hasta el momento ningún convoy de colaboración utilizó el cruce de Al-Rai, abierto por el gobierno de Bashar-Al Assad después del desastre, afirmó Jens Laerke, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
La asistencia de la ONU incluye tiendas de campaña, colchones, mantas, ropa de invierno, kits de prueba de cólera, medicamentos esenciales y nutrientes del Programa Mundial de Alimentos, agregó el vocero.
La situación en esa nación se torna cada vez más difícil pues la falta de combustible impide las labores de remoción de escombros, el transporte de ayuda y la preparación de alimentos para miles de desplazados, añadió.
Un devastador terremoto de 7,7 en la escala de Richter sacudió el sur de Turquía y el norte de Siria en la madrugada del lunes 6 de febrero.
Las cifras de muertos en ambos países ascienden a más de 41 mil y las pérdidas materiales son inmensas.
En territorio sirio las víctimas mortales suman cinco mil 840, pero esos datos no son definitivos, afirnan las autoridades.
El sismo derribó miles de edificios, incluidas escuelas, centros de salud y otras infraestructuras públicas bajo cuyos escombros aún pueden encontrarse cadáveres.