
"No son delincuentes, pero fueron enviados a trabajos forzados en una prisión salvadoreña".
Redacción: Enfoques
El abogado de inmigración estadounidense Aaron Reichlin rechazó la deportación de más de 230 venezolanos a El Salvador, al señalar que el documento oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) evidencia que muchos de ellos no tenían antecedentes penales y aun así se les negó el debido proceso, informa Fuser News.
«No hay justificación.El gobierno admite que no tenía información suficiente y que no saben con seguridad si son (pandilleros) porque no tienen buena información», denunció Reichlin.
El documento, firmado por el director interino de ICE, Robert L. Cerna, señala que la falta de antecedentes criminales de los deportados no indica que no sean una amenaza. «Esto es una contradicción evidente. Si no tienen pruebas, no pueden tratarlos como criminales», enfatizó Reichlin.
Entre los deportados hay casos que desmienten cualquier vínculo con pandillas. «Un artista del tatuaje que solicitó asilo legalmente, un adolescente con un tatuaje sin relación con criminales y un hombre cuyos tatuajes solo tienen significados personales», detalló el abogado. «No son delincuentes, pero fueron enviados a trabajos forzados en una prisión salvadoreña», agregó.
Reichlin criticó la justificación del gobierno, que invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 sin pruebas concretas. «Es peligroso que se utilicen leyes antiguas para eludir el sistema judicial. Estas personas fueron castigadas sin juicio ni derecho a defenderse», advirtió.
El abogado insistió en la gravedad de la situación. «No dudo que algunos deportados puedan ser pandilleros, pero cuando el gobierno admite que no tiene suficiente información y toma decisiones sin supervisión judicial, cualquier persona que crea en el debido proceso debería estar alarmada», concluyó.
EEUU
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