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En una ceremonia seguida por decenas de miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el pontífice cumplió el rito de canonización con la fórmula establecida.
Redacción: Enfoques
En una ceremonia seguida por decenas de miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el pontífice cumplió el rito de canonización con la fórmula establecida.
Con este rito, fueron inscritos este mismo día en el registro de santos de la Iglesia Católica José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles (Venezuela); , Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin (Türkiye); el laico Peter To Rot, de Papúa Nueva Guinea; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y María Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo.
La ceremonia religiosa comenzó con un canto solemne donde se nombraron a los santos, pidiendo su intercesión.
A continuación, el prefecto del dicasterio para la Causa de todos los Santos, cardenal Marcello Semeraro, leyó las biografías de los siete beatos y pidió que se inscribieran sus nombres en el libro de los santos.
El cardenal Semeraro solicitó al Papa, tres veces, que inscribiera a los beatos en la lista de los santos.
Tras la tercera súplica, el Papa leyó la fórmula oficial de canonización, declarando la santidad de manera infalible.
Tras la fórmula en latín de la canonización leída por el jefe de la Iglesia católica, un sonoro aplauso inundó la Plaza de San Pedro, donde unos 55.000 fieles participaron en la ceremonia.
Como siguiente paso, fueron presentadas las reliquias de los nuevos santos (objetos personales o fragmentos óseos), se les ofreció incienso y se expusieron para su veneración.
A partir de este momento, los nuevos santos pueden ser venerados oficialmente por los católicos en todo el mundo.
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