Bonos de Ecuador se Desploman: El Sorpresivo Revés del Referéndum Desafía la Estabilidad Financiera de Daniel Noboa


La victoria del 'No' en esta consulta frustró su plan para sus políticas de "mano dura" y para acelerar la implementación de ajustes estructurales, como el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) o la eliminación de subsidios a los combustibles, medidas que han sido esenciales para el programa del FMI.

Redacción: Enfoques

Los bonos de Ecuador registraron un significativo desplome en los mercados financieros internacionales, una reacción directa y contundente al sorpresivo rechazo de las reformas constitucionales impulsadas por el presidente Daniel Noboa en el reciente referéndum. 

El revés político, considerado el primer gran desafío para la administración, generó una ola de incertidumbre que impactó inmediatamente la confianza de los inversionistas en la trayectoria económica del país.

Según datos recopilados por agencias financieras como Bloomberg, la caída fue notable. Específicamente, el principal bono soberano de Ecuador con vencimiento en 2035 experimentó un descenso inicial de hasta 4,2 puntos porcentuales, pasando de cerrar en torno a 80,509 centavos de dólar el viernes anterior a cotizarse en 77,129 durante las primeras horas de la jornada siguiente.

Aunque el valor logró una recuperación parcial posterior, el episodio marcó un claro enfriamiento en el optimismo que había rodeado a los activos ecuatorianos desde la reelección de Noboa en abril de este año.

Este desempeño positivo previo había sido considerable; el bono de 2035, por ejemplo, acumulaba un crecimiento cercano al 77% respecto a su valor en la época electoral. Dicha evolución se atribuía a las medidas de ajuste fiscal y las reformas económicas que el Ejecutivo venía implementando, las cuales se enmarcaban dentro del programa crediticio pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 5.000 millones de dólares para el periodo 2024-2028.

El núcleo de la derrota se centró en la propuesta del Gobierno de convocar una Asamblea Constituyente. El presidente Noboa había defendido la necesidad de esta reforma, argumentando que la Constitución actual, limitaba su capacidad para combatir la crisis de seguridad desatada por el crimen organizado. 

La victoria del 'No' en esta consulta frustró su plan para sus políticas de "mano dura" y para acelerar la implementación de ajustes estructurales, como el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) o la eliminación de subsidios a los combustibles, medidas que han sido esenciales para el programa del FMI.

En el ámbito local, la derrota ha sido interpretada como una señal de inestabilidad política que inevitablemente se traslada al indicador del riesgo país. Si bien Ecuador ha mantenido una economía dolarizada y relativamente estable, la falta de apoyo legislativo o constitucional para las reformas clave frena las expectativas de inversión. 

Expertos en finanzas y economistas han señalado que un aumento en la desconfianza eleva el costo de endeudamiento del país. El aumento del riesgo país reduce las perspectivas de Ecuador como destino de inversión extranjera, un factor crucial para el crecimiento económico y la capacidad de pago de la deuda.

El desafío para el Gobierno de Daniel Noboa radica ahora en cómo reencauzar su agenda de reformas y mantener el equilibrio fiscal sin la herramienta plebiscitaria que buscaba. La administración debe restaurar la calma entre los inversionistas y el mercado, demostrando que puede avanzar en las obligaciones del acuerdo con el FMI.

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