El condado de Kerr concentra la mayoría de las víctimas, incluidos 28 niños
Redacción: EnfoquesAl menos 82 personas han muerto como consecuencia de las fuertes inundaciones que afectan a la región centro-sur de Texas desde el pasado viernes, según informaron autoridades locales este domingo. Kerr County, uno de los epicentros del desastre, concentra la mayoría de las víctimas, con 68 fallecidos confirmados, entre ellos 28 menores de edad.
“Tenemos a 18 adultos y 10 niños aún sin identificar”, detalló Larry Leitha Jr., alguacil del condado de Kerr, durante una rueda de prensa realizada este domingo en Kerrville, la cabecera del condado. La tragedia se intensificó en la madrugada del viernes, cuando el río Guadalupe se desbordó tras intensas lluvias que anegaron gran parte del área conocida como Hill Country, al noroeste de San Antonio.
A los fallecidos en Kerr se suman al menos 14 muertos reportados en condados vecinos: seis en Travis, tres en Burnet, dos en Kendall, dos en Williamson y uno en Tom Green, de acuerdo con la cadena CNN. La situación podría agravarse, ya que el gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó que hay al menos 41 personas desaparecidas.
El desglose por condado, reportado por CNN hasta la noche del domingo, es el siguiente:
- 68 muertes en el condado de Kerr
- 6 muertes en el condado de Travi
- 3 muertes en el condado de Burnet
- 2 muertes en el condado de Kendall
- 2 muertes en el condado de Williamson
- 1 muerte en el condado de Tom Green

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) emitió una nueva alerta de vigilancia por inundaciones hasta las 7 p.m. de este domingo, anticipando acumulaciones adicionales de lluvia entre 5 y 10 centímetros, con posibilidades de llegar hasta 25 en algunas zonas aisladas. El organismo también advirtió sobre la crecida del arroyo Johnson, que podría provocar un incremento de entre 30 y 60 centímetros en el nivel del río Guadalupe a su paso por Ingram, una localidad situada río arriba de Kerrville.
Desde el viernes, los equipos de rescate —conformados por autoridades estatales, personal federal y voluntarios— han recorrido áreas afectadas a pie, en botes, helicópteros y vehículos todoterreno. Paralelamente, se han iniciado labores de limpieza de escombros. “Ya comenzamos con las labores de recuperación”, dijo Nim Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencia de Texas. En Kerrville se observaban el domingo excavadoras y camiones retirando árboles caídos, restos metálicos y vehículos dañados.
Las festividades por el 4 de julio en la región han sido canceladas, mientras las autoridades mantienen la alerta por nuevas lluvias y el riesgo de nuevos desbordes. La prioridad continúa siendo localizar a los desaparecidos y restablecer las infraestructuras básicas en las zonas más afectadas.
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