El indulto con el que caen todas las caretas


El mandatario ha sido cuestionado por el perdón a Juan Orlando Hernández

Por: Jimmy López Morillo

El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a caer en las contradicciones tan habituales para los mandatarios de ese país cuando se trata de imponer sus intereses sobre el resto de los países del mundo sin importar los mecanismos a utilizar ni las consecuencias.

En esa misma línea, el actual inquilino de la Casa Blanca, quien mantiene un brutal asedio contra Venezuela desde hace tres meses, en el cual han asesinado a más de 80 personas en aguas del mar Caribe bajo la excusa de la “lucha contra el narcotráfico” —cuando se sabe que el real objetivo es derrocar a nuestro legítimo gobierno— indultó al exjefe de Estado de Honduras Juan Orlando Hernández, quien pagaba condena de 45 años de prisión precisamente por esos delitos.

El viernes 28 de noviembre, Trump anunció el perdón para Hernández. Expresó en su cuenta en Truth Social que este había sido “tratado de forma muy dura e injusta”, al mismo tiempo que prácticamente exigía al pueblo hondureño votar en las elecciones del domingo 30 por el candidato de la ultraderecha, Nasry Asfura, en una descarada injerencia en los asuntos internos de la nación centroamericana.

“Vota por Tito Asfura para presidente y felicitaciones a Juan Orlando Hernández por su próximo indulto”, escribió.

Sin pruebas, como también suele actuar, el republicano aseguró que el juicio contra el exmandatario se dio por “un montaje de la administración de (Joe) Biden”. Adujo, además, que Hernández “era el presidente y había algunas drogas siendo vendidas en su país y como él era el presidente fueron por él”.
Condena

Hernández, en marzo de 2024 —después de haber sido extraditado a EEUU en 2022— había sido declarado culpable en un tribunal de Manhattan por conspirar para importar cocaína hacia EEUU y poseer “dispositivos destructivos” como ametralladoras. En su momento, los fiscales de Nueva York argumentaron que el expresidente hondureño había convertido a su país en un “narcoestado”, aceptando millones de dólares en sobornos de los narcotraficantes que actuaban bajo su protección.

Antes de anunciarse su condena afirmaron que Hernández “pavimentó una autopista de cocaína hacia Estados Unidos, protegido por ametralladoras”.La Fiscalía solicitaba pena de cadena perpetua, pero el juez Kevin Castel la dejó en casi medio siglo tras las rejas, ordenándole también el pago de 8 millones de dólares.

Las críticas a Trump por el indulto no se hicieron esperar. El domingo, el senador republicano Bill Cassidy preguntó en su cuenta en X: “¿Por qué indultaríamos a este tipo y luego perseguimos a Maduro por traficar drogas en Estados Unidos?”, mientras otro senador de la misma tolda, Thom Tillis, declaró el martes a los periodistas que “es un mensaje horrible. Es confuso decir, por un lado, que deberíamos potencialmente incluso considerar invadir a Venezuela por el tráfico de drogas y, por otro lado, dejar ir a alguien”.



“Él fue el líder de una de las mayores empresas criminales que jamás haya sido condenada en los tribunales estadounidenses y a menos de un año de su condena, el presidente Trump lo está indultando, lo que sugiere que no le importa el narcotráfico. Si no le importa el narcotráfico…entonces, ¿de qué se trata realmente este asunto de Venezuela?”, cuestionó por su parte el senador demócrata por Virginia Tim Kaine, en una entrevista ofrecida al programa Face the nation (Enfrentar a la nación), que transmite la cadena CBS.

El del hijo de Biden entre los más polémicos


Hunter Biden.

El predecesor de Trump en la presidencia, Joe Biden, también desató un escándalo cuando antes de salir de la Casa Blanca concedió un “indulto total e incondicional” a su hijo Hunter, quien esperaba sentencia por dos casos penales vinculados por delitos fiscales y poseer un arma de fuego, además de ser un consumidor de drogas ilegales.

Previamente, el entonces mandatario había asegurado que no le otorgaría clemencia, pero antes de abandonar el cargo intentó justificar su decisión declarando: “Espero que los estadounidenses comprendan por qué un padre y un presidente tomaría esta decisión” de última hora.

La historia de EEUU está llena de indultos polémicos, desde que en 1795 George Washington perdonara a dos hombres, autores de la llamada Rebelión del whisky, contra la decisión gubernamental de imponer un impuesto a esta bebida alcohólica.

En 1974, Gerald Ford perdonó a su predecesor, Richard Nixon, obligado a renunciar tras el escándalo de Watergate, “por todos los delitos que pudiera haber cometido” en su mandato. En 1992 George H W Bush libró de todos los cargos a los involucrados en el caso Irán-Contras. Bill Clinton indultó en 2001 a su medio hermano Roger, vinculado a múltiples delitos.

Trump también perdonó a otro narco


Ross Ulbricht.

El perdón otorgado al convicto expresidente hondureño Juan Orlando Hernández no ha sido el único de Donald Trump para alguien vinculado a actividades del narcotráfico.

Apenas dos días después de haber tomado posesión para su segundo mandato, el 22 de enero pasado, el presidente estadounidense anunció en su red Truth Social que “acabo de llamar a la madre de Ross William Ulbricht para hacerle saber que, en honor a ella y al Movimiento Libertario, que me apoyó tan firmemente, fue un placer para mí haber firmado un perdón total e incondicional para su hijo”.

La particularidad del caso viene dada por el hecho de que Ulbricht había sido condenado a dos cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional en 2015, como creador y operador de Silk Road, una plataforma del mercado negro digital, utilizada para operar en el tráfico de las drogas.

Este sujeto, hoy de 41 años, había sido detenido en 2013 por operar usando criptomonedas como el bitcoin para facilitar transacciones anónimas de drogas y bienes ilícitos.

Han sido numerosos los indultos controversiales decretados por Trump, pero se le acusa sobre todo de favorecer a condenados por fraude de alto perfil, especialmente cuando cuentan con buenas conexiones mediáticas o políticas.

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