Redacción: Enfoques
De acuerdo al portal de noticias Globovisión, el embajador Samuel Moncada, representante permanente de Venezuela ante el organismo, reafirmó este jueves que Caracas "defenderá su soberanía, integridad territorial, independencia en todos los campos necesarios" con el fin de mantener la paz y la seguridad de la nación, ante los constantes ataques por parte del Gobierno de los Estados Unidos.
Durante su intervención, Moncada denunció que, lejos de ser un vestigio del pasado, el colonialismo persiste hoy bajo métodos sofisticados que deben ser derrotados para salvaguardar la libertad de los pueblos.
"El flagelo del colonialismo está vivo y debe ser derrotado para proteger a todos los pueblos del mundo”, agregó.
En ese sentido, el embajador denunció ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que Estados Unidos anunció, el pasado miércoles, al mundo que "las tierras y el petróleo venezolano le pertenecen", y que "deben serle entregadas de inmediato, pues, en caso en que no se cumplan sus órdenes, la armada más poderosa de la historia efectuará un bloqueo naval y aéreo a Venezuela".
Tildó este hecho como un "acto criminal" al tiempo dijo que "el presidente de los Estados Unidos de América pretende regresar el reloj de la historia doscientos años para imponer una colonia en Venezuela".
"No existe un instrumento jurídico que quede en pie frente a esta monstruosa declaración. La carta de las Naciones Unidas, el derecho constitucional internacional, las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General, la jurisprudencia de las cortes internacionales y la convención del derecho del mar, todos. Se trata de una grotesca ofensa violatoria de toda norma civilizacional. Eso es el colonialismo, un crimen de agresión", explicó.
Moncada reiteró que "los Estados Unidos de América están imponiendo el caos y la destrucción en las relaciones internacionales, del mismo modo en que lo hicieron los actores malignos previos a la Segunda Guerra Mundial".
Por otra parte, enfatizó que en la actualidad, la dominación colonial opera con nuevos métodos, que "incluyen la coerción económica y el abuso del poder estructural en las finanzas y comercios mundiales", así como también la imposición de "ilegales medidas coercitivas unilaterales que infringen en un castigo colectivo e intentan dictar decisiones sobre pueblos soberanos".
"Un mundo libre del colonialismo es aquel que todas las naciones, grandes o pequeñas, pueden elegir su propio camino sin miedo, coacción ni tutela, donde la independencia no es solo un estatus jurídico, sino una realidad vivida en soberanía política, económica y cultural", concluyó.

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